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El Bar & Bodegón “El Riel” se encuentra en la esquina de Pueyrredón y Rivadavia en pleno corazón del barrio Alberto Olmedo.
Desde afuera, sólo con ver su fachada, ya se perciben los años de historia que se atesoran dentro de sus paredes. Renovado desde 2015, sus actuales dueños lograron mantener el espíritu tanguero de lo que en su momento fue un “despacho de bebidas, almacén y forrajería” desde el año 1915.
Con sus mosaicos calcáreos, de la fábrica Callaci, diseñados especialmente en color azul, cyan y blanco, una barra de tragos original que se mantiene intacta, muebles antiguos donde se exhiben las viejas botellas, el Bar & Bodegón El Riel genera una atmósfera de encanto y nostalgia mezclada con un ambiente de pleno disfrute.
Sin dudas este tradicional bar rosarino es mucho más que un bodegón, es un templo para la inspiración, una invitación a viajar en el tiempo mientras se preparan los platos de la cocina tradicional y tragos con Amargo Obrero.
Entrevistamos a Beltrán Ruiz, su dueño.
Melisa: – ¿Cuándo se re abrió El Riel y por qué se decidió continuar con el nombre original?
Beltrán:- Durante 2015 comenzamos a refaccionarlo y lo abrimos a finales de ese año. Había estado cerrado sólo algunos meses, siempre ha estado abierto sin interrupciones desde antaño. Es una esquina que está posicionada en un lugar emblemático donde está la estatua del Negro Olmedo, la estación Rosario Norte a unos metros y es un lugar de paso de muchos rosarinos. Es una esquina algo emblemática por su posición geográfica y porque lleva muchos años siendo un lugar, un refugio de mucha gente del barrio y también de la ciudad. La idea fue continuar con esa historia, tomarla y mejorarla o darle vida y creo que fue a la par de un momento icónico para el barrio porque se fue transformando Pichincha en un símbolo de la gastronomía, de la bohemia y de la vida propia de la ciudad.
Melisa: – ¿Qué tuvieron en cuenta al momento de su restauración?
Beltrán: – Siempre buscamos un estilo que tenga que ver con lo retro, con lo vintage, que tuviera que ver con encontrarse en un lugar y que exista cierto estilo anacrónico que no te permita descifrar en qué década uno está. Un poco como homenaje al paso del tiempo del lugar y a las distintas generaciones que han estado disfrutando de esa esquina. Mucha gente nos ha dicho “yo venía con mi abuelo y ahora vengo con mi hijo” hemos llegado a constatar cinco generaciones de una misma familia que ha pasado a tomar algo por las mesas del El Riel.
Siempre buscamos un estilo que tenga que ver con lo retro, con lo vintage, que tuviera que ver con encontrarse en un lugar y que exista cierto estilo anacrónico que no te permita descifrar en qué década uno está. Un poco como homenaje al paso del tiempo del lugar y a las distintas generaciones que han estado disfrutando de esa esquina.
Melisa: ¿Qué caracteriza a los Bodegones? ¿Cuál es la diferencia con otros bares?
Beltrán: – Los bodegones tienen esa calidez, esa desfachatez, esa informalidad que a lo mejor algunos bares más instalados o que se aggiornan a cierta moda que quizás sea más efímera no lo tienen.
Melisa: – ¿Cuál es la propuesta gastronómica y de tragos del local?
La propuesta gastronómica está más orientada a lo que es el bodegón argentino, más relacionado con lo que es la tradición gastronómica gallega, asturiana, andaluza, vasca, que tiene que ver con tapas, con pintxos y también con esa cuestión del plato cocinado por las abuelas. Apuesta a la comida casera, a los “platos de antes”, combinándolos y fusionándolos con la demanda del parroquiano en la actualidad.
Y la carta de tragos tiene que ver más que nada con que es una barra muy bonita, que se destaca dentro de lo que es el pequeño recinto del bar y que uno se siente ameno porque no solamente puede ver desde allí todo el funcionamiento del bar, sino que a través de sus grandes ventanales se puede observar desde la altura de la banqueta lo que sucede en las mesas en la vereda y fuera del bar. Por lo cual la barra tiene cierta mística que uno puede disfrutarla acompañado con algunos de los tragos de autor o característico del El Riel, como es el Amargo Obrero, una bebida que nosotros ayudamos a declarar Patrimonio Cultural de la Ciudad porque tiene un origen rosarino ya que era de la familia Tacconi, una empresa familiar de muchos años. Nosotros aportamos desde nuestro lugar para destacar esas bebidas y platos rosarinos que nos enorgullece hacer.
El Amargo Obrero, una bebida que nosotros ayudamos a declarar Patrimonio Cultural de la Ciudad porque tiene un origen rosarino ya que era de la familia Tacconi, una empresa familiar de muchos años.
Melisa: – ¿De qué se trata la quincena de los boliches históricos?
Beltrán: – Es una iniciativa que se viene llevando a cabo hace unos años con bares que tienen varias décadas en su espalda, que son parte del Patrimonio Cultural de la Ciudad sin duda. Y destacar esa significancia, esa característica nos unió y nos permite realizar un evento como éste que colabora con la promoción de la tradición y la cultura propia de Rosario.
Gracias Por la entrevista.
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