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La Edad de la Ciruela, una de las obras más representadas de Arístides Vargas se presenta los sábados a las 21 hs en Espacio Dorado, Tucumán 1349, Subsuelo del C.C. de La Toma, bajo la dirección de Christian Álvarez y con las actuaciones de Mónica Toquero, Gisela Bernardini, Ebelyn Rita y Marichi Bernard.

Por Meli Herrero  

Las casas suelen ser habitadas por familias. Y en una familia, como en un país, hay un lugar que se ama de una manera extraña porque es un lugar seguro, un árbol que no crece en otro lugar.
¿Debieran ser las casas como árboles? ¿Debieran ser las casas como nidos?
«La edad de la ciruela» nos propone un árbol, un ciruelo testigo del devenir de los afectos familiares, afectos que a su vez, han sufrido el inevitable devenir de una ciruela.
Y una casa, aquella que albergaba sólo mujeres que querían irse de allí; mujeres hermanas jugando el juego del recuerdo, el juego del reencuentro, el juego de jugar para vivir, de jugar para partir.
Y también, la búsqueda desesperada de la felicidad, más allá del tiempo, más allá de la muerte y de la maldición familiar.
¿Qué propósito tiene contar esta historia?. Librarse de ella.

Melisa Herrero entrevista a Gisela Bernardini, quien nos cuenta cada detalle de esta obra teatral, sin duda necesaria, a la que todos tendrían que asistir y en especial los hombres.

Melisa Herrero .- ¿Qué tiene de especial esta obra?

Gisela Bernardini: .- Yo dividiría esta pregunta en qué tiene de especial para mí y qué tiene de especial para el público. En cuanto a lo personal es una obra muy especial, porque hace mucho tiempo quería hacerla, estábamos por estrenarla en mayo de 2020 y en marzo sucedió la pandemia y el aislamiento obligatorio, eso nos obligó a detener el proceso ya en su recta final, y eso en lo personal re significó muchísimo la obra. Y para el público, es una obra que habla de las mujeres, es una reivindicación a los derechos feministas, desde la mirada y pluma de un hombre, Arístides Vargas, su autor, que maravillosamente se mete en la cabeza de las mujeres. Esta obra habla del paso del tiempo, de detenerlo, de juzgarlo… dice el autor en unos de sus textos que el tiempo es el peor enemigo de las mujeres, pero lo hace desde el lugar de la comicidad, Arístides puede escribir las cosas más profundas, más bellas y poéticas haciéndonos reír y reflexionar. Es una obra especial porque tiene mucho texto y no tiene ningún desperdicio.

Meli: .- ¿Qué crees que causa esta obra especialmente en el público masculino que decide ir a verla?

Gise: .- Con los que pude hablar que vieron la obra, no se arrepintieron. Y tanto igual, o quizás más que las mujeres, se sintieron muy conmovidos. Arístides retrata una época, un lugar histórico, sin estar en una fecha exacta, pero si se puede entrever por las edades de las protagonistas, describe desde un lugar donde lo exhibe, no porque lo reivindique, sino porque al decirlo también lo está denunciando, lo está poniendo sobre el tapete, habla de una época que tal vez sea la de nuestras abuelas o bisabuelas, incluso también la de nuestras madres, lo digo teniendo 43 años. Esos tiempos de mucho machismo, ahora también lo seguimos teniendo, y aunque estemos en un proceso y un camino muy interesante, falta un montón para estar realmente en igualdad y poder caminar a la par de nuestros compañeros varones.  Yo defiendo un feminismo que tiene que ver con el otro, con el varón que es un par mío, no querría que estén ubicados en otro lugar que no sea ese.  Es muy importante tanto para varones y mujeres poder escuchar y visibilizar qué sucedía y qué sucede, ya que todavía tenemos vestigios de ese machismo y patriarcado tan arraigado.  Creo que para el mundo masculino está bueno poder escucharlo, pensarlo y repensarnos.

Meli: .- El paso del tiempo es el peor enemigo de las mujeres según Arístides Vargas. ¿Lo es también para el feminismo?

Gise: .- El autor dice todas estas cosas desde un lugar cotidiano, por eso es muy comprensible su obra. Para entender por qué él cree que el paso del tiempo es el peor enemigo de las mujeres habría que ver la obra. De todos modos, aprovecho para decir cuál creo yo que es el verdadero enemigo de las mujeres y es el patriarcado, el machismo que por suerte venimos combatiendo ya desde hace muchas generaciones y viendo ahora algunos resultados. Para nuestras hijas creo que se augura un futuro más promisorio.

Meli: .- Si bien el elenco está formado por cuatro mujeres, el director es un varón: Christián Álvarez. ¿Él también tiene que meterse en los pensamientos, actitudes, sentimientos de las mujeres que interpretan la obra para poder dirigirlas?

Gise: .- Si, la verdad que somos cuatro mujeres dirigidas por un hombre. Me parece que es inevitable estar inmiscuido en el pensamiento, en el sentir, de las mujeres.  Creo que todos tenemos un polo femenino y uno masculino, las partes femeninas de Christian (el directo) son muchas. Él ha sido criado en una familia muy matriarcal, entonces es muy sensible al sentir de las mujeres, creo que eso le viene muy bien y lo utiliza como herramienta a la hora de dirigir.  Creo que también por tener esa visión, más allá de aprenderse el texto y de tener una puesta en la cabeza que nos ha trasmitido desde su rol de director, también ha hecho mucho hincapié en la cuestión vincular. Tanto en los vínculos entre las actrices, como en los vínculos entre los personajes.

Meli: .- Sin spoilear, una frase que digas durante la obra que sea tu preferida.

Gise: .- “Somos un par de inservibles, un par de mujeres que no sirven para nada, que no sirven para nadie, que no sirven… Mujeres que no quieren servir. En esta casa todas las mujeres sirvieron para algo, pero nosotras somos inservibles, no servimos para nada, para nada…”

 

La Edad de la Ciruela puede verse todos los sábados a las 21hs (hasta el 18 de junio inclusive) en el Centro Cultural La Toma- ESPACIO DORADO, Tucumán 1349.  Con localidades limitadas se tienen que hacer reservas al 341-6438813 ya que las entradas se agotan rápidamente.